Mi  tío Francisco (o Curro, como se le conocía habitualmente) Serrano Serrano, nació en 1920  en el cortijo de Aciscar donde su padre, Curro Serrano Pacheco, era  el encargado de la finca en aquellos tiempos.  Su madre era Francisca Serrano.                             

Murió en el año 1966 a la edad de 46 años.

 En su corta vida le dio tiempo para muchas cosas. Vivió ayudando a sus padres y hermanos en las faenas  de la finca, conjuntamente con los estudios, que entre mi abuela que era una mujer preparada para aquel tiempo, y un maestro que venia de vez en cuando, le enseñaron lo que en aquellos momentos había.

Cuando tenia los 18 años lo llamaron para la guerra  en la que decían la quinta del biberón. Contaba que como muchos jóvenes, casi niños, había pasado mucho en las trincheras, y que aquello le había dejado muy marcado.                                                   

Cuando regreso de la guerra estuvo aun algún tiempo con su familia hasta que se vinieron a Facinas donde tenían una casa. Se caso con su novia Antonia Ardaya, y puso una tienda de ropa y telas en donde estaba el bar de hidalgo. En 1955 fue alcalde  de Facinas, aunque por poco tiempo.

La anécdota que se contaba en la familia era que le había tirado las llaves al entonces alcalde de Tarifa sobre la mesa y dimitió  porque no  le concedió una petición de unas mejoras para el pueblo de Facinas.                                                                          

 Luego se fue a Barcelona  a trabajar, y allí estuvo dos o tres años.

Cuando regresó se fue a vivir con su esposa a Algeciras y montó una tienda de comestibles. Allí estuvo también poco tiempo y se volvió a su pueblo.  

De regreso en Facinas  estuvo trabajando  en un camión que compraron mi padre y mi abuela. Al poco tiempo enfermó  y murió.

Como persona, por mis recuerdos, fue muy alegre, bromista, abierto y muy cariñoso  con los niños,  sobre todo con sus sobrinas.

Francisca Serrano de Saro